miércoles, 25 de marzo de 2015

La importancia del Desayuno en los preescolares...

El desayuno se define como la primera comida del día, compuesta por alimentos ligeros y que se realiza por lo general en la mañana. 

El nombre deriva del hecho de que uno no come mientras duerme, por lo que al levantarse se encuentra en ayunas, rompiéndose ese ayuno al tomar esta comida.


Durante el sueño, muchas de las funciones del cerebro están “dormidas” necesitando del aporte energético que les proveerá el desayuno para reactivarse para el día. 


El desayuno aporta el 25 % de la energía total, se considera la comida más importante del día por los alimentos que lo componen, Muchos niños entre el 20 y el 40 % inician su jornada escolar sin tomarlo  o si lo hacen es en una cantidad insuficiente.
Al tomar un desayuno se mejora el rendimiento físico y escolar, se ayuda a mantener un peso corporal normal, mejora la concentración, aumenta el rendimiento,  permite mantener un buen crecimiento y desarrollo y contribuye a tener un buen estado de salud. 

La primer comida del niño ayuda a los niños a pensar con rapidez, prestar atención  y comunicarse en forma apropiada con el entorno.  Un buen desayuno es fundamental para el sano crecimiento de los niños, puesto que en la escuela, deben afrontar actividades que implican una gran pérdida de energía. 

Algunas de las consecuencias  de omitir el desayuno son decaimiento, falta de concentración, menor capacidad de atención y de resolución de problemas, menor interacción social, menor capacidad física para la resistencia al esfuerzo, una mayor accidentalidad y  mal humor, todo esto debido a la deficiencia de glucosa (principal combustible energético)

        

En período de crecimiento y/o actividad física, la toma de un desayuno  adecuado no es incompatible con una pequeña colación a media mañana, la cual se basa fundamentalmente en un pequeño bocadillo y una pieza de fruta o un lácteo.

El número de comidas al día que realizan los niños varía según las tradiciones, el nivel socio económico y cultural, la edad, el sexo, entre otros, sin embargo debe considerarse que el primer objetivo y el principal de la alimentación es que permita un crecimiento y desarrollo óptimo.  

El desayuno de todo niño debe contener mínimamente:

LECHE O YOGURTH: además de proveer calcio, la leche también es una buena fuente de proteínas de la mejor calidad, de vitaminas A y B1, elementos nutritivos esenciales en la dieta infantil.

PAN O CEREALES: Todas las formas de cereales y de pan son fuentes de energía y proporcionan proteínas.

FRUTA O JUGOS DE FRUTA: Todas las frutas contribuyen a satisfacer las necesidades del niño en cuanto a hierro, líquidos y vitaminas.

OTROS INGREDIENTES (evitando caer en el abuso) : Huevos (ricos en proteínas, hierro y vitamina A), queso (aporta calcio y vitamina A), manteca o margarina (proporcionan energía y vitamina A) , mermeladas o miel (abastecen de azúcar), gelatina (provee proteínas, sales minerales y aminoácidos).

Ninguna bebida que contenga estimulantes son adecuadas para los niños pequeños de modo que no son recomendables el café, el té y el chocolate en exceso. 

Algunas recomendaciones para asegura la mejor alimentación del preescolar: 
  1. Los alimentos deben llamar la atención del niño
  2. Servir alimentos que pueda consumir con los dedos (quesos, verduras, frutas 
  3.  Servir al niño la misma comida que consume el resto de la familia
  4.  Servir porciones pequeñas de alimento y si el niño quiere más que lo pida
  5.  Limitar el consumo de dulces ya que incrementen la incidencia de caries dental
  6.  Proveer colaciones nutritivas entre comidas que no interfieran con los tiempos de comida. 

          


Es necesario cubrir las necesidades  energéticas del niño de acuerdo a su edad, actividad y condición física. La actividad de los niños varía mucho y se debe fomentar como parte de un hábito de vida. 

                                                            Espero esta información les sea útil, 
no olviden aportar su opinión!!

sábado, 21 de marzo de 2015

¿Por qué leer cuentos a los niños? ¿Qué beneficios tiene?


Una de las actividades que más disfrutan los pequeños tanto como jugar, es el momento de escuchar la lectura de un cuento, ya que con ello tienen la posibilidad de ser parte de una historia y convertirse a través de su gran imaginación en ese personaje favorito que los lleva a viajar y descubrir lugares poco alcanzables (castillos, bosques encantados, planetas, mares, etc.), a encariñarse con las personas, ser perseverantes y luchar por un fin en común, entre otras muchas acciones. 

Aunque parezca difícil de creer, los beneficios que obtienen los niños con la lectura de un cuento son muchos y hoy quiero compartirles algunos de ellos:

  • Al estar leyendo, lo primero que su pequeño aprende es la importancia de escuchar con atención para poder comprender el mensaje que le están transmitiendo. Es capaz de darse cuenta que si habla al mismo tiempo que el lector difícilmente podrá descubrir de qué trata la historia...
  • Su vocabulario se enriquece al escuchar palabras y expresiones nuevas, las cuales poco a poco y de forma inconsciente incorporaran en su propio lenguaje, haciéndolo cada vez más completo. 
  • Se estimula su memoria  y el deseo de expresar su opinión de forma autónoma, en relación a lo que esta sucediendo dentro de la historia. 
  • Comienza a identificar que las letras en los textos forman palabras y una vez plasmadas transmiten una información en particular que quieren descubrir. Lo que lleva a generar un interés cada vez mayor por aprender a interpretar lo que dice (leer) y poder registrar algo similar con las letras que son significativas para ellos (escribir).
  • Les permite reflexionar a través del mensaje, sobre las actitudes y comportamientos de los personajes, lo que esta bien y mal. Acciones que harán consientes poco a poco y podrán aplicar como parte de su actuar cotidiano. 
  • Favorece el gusto e interés por la libros, al darse cuenta que en ellos pueden encontrar aventuras e historias interesantes. 
  • Logran relajarse y canalizar su ansiedad en momentos de gran inquietud. 
Cuando los adultos leemos un libro a un niño logramos crear lazos afectivos y abrir una vía de comunicación que les lleva a tener confianza para expresarnos sus alegrías, miedos, e inquietudes, que muchas veces ven reflejadas en las historias y no sabían como explicarlas.


Tal vez algunos crecimos pidiendo a nuestros padres y abuelos nos leyeran un cuento antes de dormir ya que nos permitía conciliar el sueño y descansar de forma tranquila. 

Sería interesante que ahora les regaláramos a nuestros pequeños la oportunidad de vivir esa experiencia que quizá nosotros disfrutamos tanto y canjearles las notas rojas de violencia en la televisión por una una historia de magia y aventura que les permita imaginar,  pensar y soñar acorde a su edad. 


                          
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